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miércoles, 7 de enero de 2015

Германия и проблема Европы


Армандо Фернандес Стейнко
Германия и проблема Европы


          Социокультурное пространство, которые мы сегодня подразумеваем под словом "Германия", распалось на множество частей в результате Тридцатилетней войны и Вестфальского мира в начале XVII века. Оно занимало обширную территорию, во многом благодаря тому, что рыцари тевтонского ордена захватили часть восточных регионов, которые сейчас входят в состав Польши, России и других государств. Демократические силы в XIX веке поддерживали идею воссоединения страны, что помогло бы положить конец пост-феодальному индивидуализму и создать страну, основанную на идеалах гражданства, равенства и свободы, захвативших Европу после Великой Французской Революции. Однако дело усложнилось с самого начала. Во-первых, потому что речь идет о слишком обширной территории, объединение которой не могло не повлиять на хрупкий баланс сил на континенте. И во-вторых, потому что в итоге объединение этих земель оказалось в руках милитаристских сил, наследников рыцарских орденов и прусской территориальной экспансии, которые никак не сочетались с царившими на западных территориях традициями свободолюбия, связанными с демократическими движениями XIXвека. В результате произошли две мировые войны, которые снова положили конец единству и территориальной целостности страны и вызвали глубинные перемены на всем континенте.

martes, 6 de enero de 2015

Del Atlántico al Mediterráneo: Portugal, España y Grecia en busca de una salida (publicado en: Mientras Tanto (120) 2013


Introducción

España, junto con Portugal, Grecia, Italia e Irlanda, forma parte del grupo de países europeos más afectados por la crisis financiera: los llamados “PIIGS”. Sus sistemas políticos, económicos y sociales están atravesando cambios estructurales cuyo final no es fácil de predecir. Irlanda es un caso muy particular, pero los cuatro países restantes tienen muchas características en común y comparten experiencias históricas comparables. Sin embargo, también el caso de Italia es distinto en algunos aspectos importantes.

domingo, 4 de enero de 2015

La identidad como construcción democrática (publicado en Diario Público 4/1/2015)





El bloque independentista cosechó 1,8 mill de votos el 11-N en Cataluña. Cuatro años de intensas campañas oficiales con financiación masiva en un contexto político altamente favorable no han dado para más. La cifra le ha creado un problema en el campo democrático, aquel en el que había venido jugando con éxito hasta ahora: el de dirigirse directamente al pueblo. Hoy tiene dos salidas: esperar una coyuntura general (aún) más favorable, o filtrar la voluntad popular con mecanismos institucionales para declarar unilateralmente la independencia. Lo primero puede darse, aunque es difícil. Lo segundo erosionaría  gravemente su estrategia democrática. Conclusión: el independentismo se ha incrustado en un callejón sin salida que se hará más oscuro si los apoyos a la independencia siguen menguando. Ha llegado el momento de diseñar una salida democrática al problema nacional en todo el Estado.  

Alemania y el problema de Europa



El espacio social y cultural que hoy llamamos “Alemania” voló en mil pedazos tras la Guerra de los Treinta Años y la Paz de Westfalia a principios del siglo XVII. Abarcaba un extenso territorio que en parte era producto de la colonización de las zonas del Este -hoy partes de Polonia, de Rusia y de otros estados menores- por parte de las órdenes de caballería teutonas. Las fuerzas democráticas apoyaron su reunificación en el siglo XIX porque esta permitía romper el particularismo post-feudal y crear un país basado en los ideales de ciudadanía, de igualdad y de libertad que irrumpieron en Europa tras la Revolución Francesa. Pero la cosa se complicó casi desde el principio. Primero porque se trata de un territorio demasiado grande como para que su unificación no alterara el delicado equilibrio de fuerzas en el Continente. Y segundo porque la unificación la acabaron liderando las fuerzas militaristas herederas de las órdenes de caballerías y del expansionismo territorial de Prusia, ambos muy alejados de las tradiciones emancipatorias de los territorios del Oeste vinculadas a los movimientos democráticos del XIX. El resultado fueron dos guerras mundiales que rompieron de nuevo la unidad y la extensión territorial del país provocando cambios tectónicos en todo el Continente.